Existen los equipos dominantes, los históricos y los de época; los dominantes los que toda su existencia han triunfado, históricos que lleva mucho tiempo y tiene un sello particular, hazañas y recuerdos de los aficionados de antaño, los de época que se les recuerda solo porque en algún momento fueron buenos equipos, muchos los denominan como «equipos de moda» o clubes que crecieron gracias a las monstruosas inversiones árabes.
Después de 17 años ¡Volvió el Mónaco! El histórico club francés se quedó con la Liga y se la arrebató a un equipo de época que logró hacer cosas monstruosas, el Paris Saint Germain. Después de vivir en carne propia el descenso, años de sequía y un lamentable descuido del equipo por parte de sus directivos, el Mónaco rompió con la hegemonía de los parisinos(estrenando D.T y jugadores de clase mundial) y dio la estocada final para apoderarse del título que tanto añoraban, en una temporada llena de sorpresas en el fútbol galo.
Los del principado acertaron en las contrataciones y confiaron en un delantero que por culpa de las malditas lesiones ya estaba bastante devaluado en el mercado, Radamel «el tigre» Falcao. El ariete cafetalero se posicionó en la parte alta de los goleadores y encontró en el joven Mbappé un socio en ataque, entre los dos registran 36 goles, una cifra lejana a otros campeones de ligas europeas, pero excelente en el sentido de que no se achicaron en los juegos importantes de la temporada y combinada con una sólida defensa comandada por el «superman» croata Subasic.
Puede que este equipo se encuentre lejos individualmente de su antecesor campeón, figuras como Rafa Márquez, David Trezeguet o Giuly se enfundaron con la mítica elástica del Mónaco en la temporada que fueron campeones. Pero eso no debe ser punto de comparación, pues le han causado la misma alegría a los hinchas del Mónaco al conseguir la hazaña. Un equipo mucho más modesto que su antecesor, pero que sin lugar a dudas se comportó a la altura y ¡terminó con la hegemonía del PSG!
