Después de casi tres años como entrenador blaugrana, Luis Enrique termina con su participación en lo que respecta a la Champions, donde consiguió en su primer año la ansiada orejona y devolvió la identidad Culé de ser un equipo «temible» en el torneo. Después de la marcha de Pep Guardiola el Barcelona no pudo contar con un timonel que los mantuviera en la cima de Europa, ni Gerardo Martino, ni Tito Vilanova (dejó al club debido al Cáncer que lo aquejaba meses atrás) lograron el nivel y el miedo que el 11 de Luis Enrique infundía a los rivales.
Pudo sacar la mejor versión de Neymar en el torneo y hacer lo que nadie creía, habilitar a Leo Messi en una función que no sea la empleada por Guardiola, el falso «9». Un cambio que resultó increíble para el equipo, pues el «pistolero» Suárez pudo firmar temporadas bestiales y la tripleta catalana encontró un lugar en la historia del fútbol.
Después de la eliminación contra la Juventus miles de críticas le llovieron al asturiano. Gente de poca memoria que se olvida de lo que ofreció Luis Enrique como Técnico del equipo más difícil de dirigir del mundo. Un puesto en el que no se puede durar tanto tiempo, pues las críticas, la lucha de egos y la desestabilización que se busca hacer en el equipo por los contrarios es sumamente feroz. Las comparativas con Guardiola, el no convencimiento a la prensa a pesar de ganar y jugar bien, la corta memoria de los aficionados si se pierde un juego después de ganar veinte, los reproches por las rotaciones y el reventarlo después de una derrota pasaron factura en el, en los últimos días se ha mostrado un Luis Enrique harto, que ya no disfruta el dirigir al equipo de sus amores, que se ve desgastado físicamente y se muestra intolerante ante los cuestionamientos de la prensa.
A diferencia del juego de ida, la zona defensiva tuvo una mejoría notable, se vio un equipo inteligente y con actitud. Los mejores hombres que tiene en el plantel fueron utilizados por el asturiano. Un Piqué y Umtiti que pintan para ser la central catalana la próxima temporada. Leo Messi muy participativo, que estuvo en constante movimiento por su costado. La resolución del partido pasó por el oficio de la Juve, que no tuvieron errores defensivos en los 93 minutos disputados. Monstruosos Chiellini y Bonucci, sobresaliente el nivel de Buffon y una actitud de guerreros por parte de los bianconeros. En resumen un duelo perfecto, sin errores. Llegadas que fueron gracias a individualidades y no a descuidos. Dos genios en los banquillos, tanto Allegri como Luis Enrique brindaron una cátedra de dirección.
Finalmente la Juventus fue quien terminó con la era europea de Luis Enrique en Barcelona, los de Turín se apuntan como el favorito e irán con todo por la preciada orejona que tanto tiempo se les ha negado.