*Falleció en su natal Manzanillo el “Tapeixtles” o “Burro” Torres Hernández –en Loros profesional-
Una baja sensible más sufre el balompié de Colima. Este viernes en su natal Manzanillo falleció, víctima de enfermedad incurable, quien en vida fuera un delantero de tremendo olfato goleador, con gran poder de piernas, Ramón “Tapeixtles” Torres, quien cuando fue Loro de 3ª División, también le apodaron el “Burro” por ese poderío que exhibía al buscar el balón, al ir al ataque.
En octubre de 2012 la directiva del Club Loros de la actual Liga Premier de Ascenso (2ª División), le rindió merecido reconocimiento a los integrantes de aquellos primeros planteles “Plumíferos” de Tercera y Segunda División, mismos a los que perteneció el de Tapeixtles.
Asimismo, durante una sesión de trabajo en Manzanillo, en junio 22 de 2013, el Congreso del Estado le entregó un reconocimiento a Ramón Torres Hernández, por “su destacada trayectoria como futbolista amateur”, al igual que se hizo aun beisbolista destacado del puerto.
Nuestro buen amigo, Saúl Sánchez, el popular Sasa, quien convivió mucho con el “Burro” Torres, del Diario Ventanas, en sentidas palabras, relató algunos momentos de la trayectoria de Ramón, incluyendo de como buscó la oportunidad para ganarse el lugar en Loros de la 3ª División, que jugaron dos finales en esta categoría profesional. Le agradecemos el compartirlo, así como las fotos que acompañan al mismo.
EL FÚTBOL ESPECTACULAR O EXTRAÑARÁ
Ramón Torres se inició en el equipo “Titanic” de su comunidad Tapeixtles allá por 1974, fue un chico introvertido que se mezclaba entre todos los chavos de esta delegación sin que trascendiera su potencial sino hasta el año de 1981 en que a Rigo Reyes le pidieron una lista de 22 jugadores para probarse en lo que iba a ser la escuadra de Loros de la Tercera División Profesional y Ramón no figuraba en esa lista.
En la lista de 22 jugadores no entraban incluso jugadores conocidos y de cierta manera ya consolidados en nuestro balompié, que Rigo no llevó- De ahí entonces que, Ramón, siendo un total desconocido, por obvias razones el espigado entrenador ni siquiera se acordó de él.
El primer día de la cita con todos los jugadores a observar por parte de Héctor Hernández, Director Técnico elegido por los directivos de Loros, llegó y cual va siendo la sorpresa que ahí estaba Ramón listo para abordar el autobús que los llevaría a Colima capital a ser parte de los que serían probados para integrar la plantilla que representaría a la máxima casa de estudios en el fútbol de la tercera división profesional.
Por más que Rigo le dijo que la lista ya estaba completa, el oriundo de Tapeixtles le respondía que le diera chance de ir y así entre una serie de peticiones y respuestas, Ramón terminó abordando el bus hacia Colima capital el cual terminaría siendo el viaje que llevaría al tozudo joven a convertirlo en una gran figura del balompié estatal y regional.
Rigo y muchos de los elegidos -si no es que todos- murmuraban para sus adentros: “a qué va este vale”.
Ese viaje del apodado “Burro” ya en el seno de los emplumados, sería el inicio de una carrera exitosa en la categoría y que lo llevaría a incursionar a selecciones nacionales con la cereza en el pastel de obtener el título mundial universitario en aquella Universiada de 1983.
Posterior al Mundial Juvenil de México, en donde el porteño ya de estar haciendo promocionales con los seleccionados de aquella ocasión como Nicolás Navarro, Marcelino Bernal, Miguel España y demás: fue dado de baja para dar cabida a Paul Moreno en ese equipo que en la primera ronda sería eliminado de esa justa universal.
Hoy el gran goleador y polémico jugador manzanillense ya descansa en paz. A su impresionante velocidad y olfato goleador que le permitieron muchas veces cantar el gol, el cáncer le ha propinado tremenda zancadilla y le ha enviado al Reino del Señor.
Se ha ido adelantándosele a todos -cual letal delantero-causando una gran sorpresa a la sociedad porteña y los manzanillenses que integran la comunidad futbolera que desprevenidos se enteran de su partida a la senda celestial a la que todos habremos de caminar y encontrarnos algún día con él. Que descanse en paz.
