*Los Nacionales de Washington lograron su primer título de Serie Mundial.
*Desde el 2005 en el que los Expos de Montreal desaparecieron, la franquicia tomó rumbo a la capital estadounidense.
Doce años de espera fueron suficientes para coronar una hazaña autentica del béisbol ligamayorista, cualquier aficionado de la MLB en Spring Training hubiera apostado fuertes sumas de dinero a que el campeón no sería otro que no fuera Astros, Yankees, Dodgers o hasta la posibilidad de que los Medias Rojas repitieran título. A veces las personas no sé dan cuenta del trabajo que requiere llevar un proyecto deportivo exitoso, contrataciones que no sean efectivas y lo que resulta desprenderte de jugadores importantes que son la cara de la franquicia.
330 millones separaron a Washington de su antigua estrella, Bryce Harper. El jonronero de los Nacionales firmó este marzo con los Phillies de Philadelphia, una opción que lucía aparte de económicamente mejor, en lo deportivo tampoco se veía como una mala opción. Los Phillies habían contratado a peloteros que complementarán a Harper como la estrella de un equipo que un año antes de su llegada se integró Jake Arrieta. El panorama no lucía alentador en ese sentido, pero Dave Martínez sabía el potencial que tenían los peloteros jóvenes del equipo. Juan Soto había dado una muestra de su habilidad la campaña pasada en la que nos dejó atónitos, disputando los títulos individuales con Ronald Acuña de Atlanta y Gleyber Torres de los Yankees.
Pero eso no fue todo, la rotación la fueron mejorando año con año, en un modelo similar al que en su momento aplicaron los Astros en el 2017. Los Astros en su momento conformaron una rotación extraordinaria en la que Justin Verlander y Keuchell figuraban como los principales lanzadores del equipo, escudados por MCcullers y Morton. Esto lo lograron con un trabajo de conservar y mejorar año con año, no soltando a lanzadores que podrían ser claves para la institución en un futuro y traer a un «AS» que impactará positivamente en el equipo.
Así mismo adoptó ese modelo de lanzadores el equipo capitalino. Stephen Strasburg una leyenda del equipo, más de diez años con los Nacionales lo han ido asentando como uno de los mitos que respaldan la joven institución. Aún recuerdo jugar el «MLB The Show» del 2011 y ya se hablaba de Strasburg en los comerciales del juego como un «AS» de Washington, conservarlo no fue tarea fácil, pero los «Nats»deben de estar orgullosos de contar con un hombre que en los momentos clave fue simplemente imbatible. Max Scherzer llegó como ese lanzador estelar que necesitaba Washington, un hombre que conformó otra rotación poderosa cuando estuvo en Detroit era un aumento de calidad que necesitaban, dominante y probablemente integrante del salón de la fama, el ex-tigre de Detroit es simplemente espectacular con su poderoso slider. Anibal Sánchez llegó en diciembre del 2018 para dar seguridad a una rotación que había funcionado bien en temporadas pasadas, si bien el venezolano no era un lanzador tan cotizado en el mercado, era un hombre confiable. También es ex-tigre de Detroit y sus números en postemporada son brutales, un pitcher que te pueda ganar dos juegos en la Serie Mundial nunca sobra en un equipo…
El firmar veteranos, estrellas emergentes, un manáger que administrará bien sus recursos, todo esto necesario para tener un campeón. Pero ¿Podrán ser un equipo exitoso? Los altibajos están en todos los equipos, pero poder lidiar con ellos incrementará su historia, no quedar como un proyecto inconcluso (Miami). Por lo pronto ¡Felicidades Nacionales!